La migración a la nube pública brinda a las empresas la agilidad que necesitan y simplifica la implementación, la actualización y la escala de las aplicaciones. Las empresas obtienen estos beneficios mientras convierten importantes gastos de capital iniciales en gastos mensuales continuos.
Muchas empresas quieren aprovechar estas capacidades con sus nubes privadas e híbridas, pero necesitan un sistema de orquestación de gestión Kubernetes llena ese vacío.
El desafío de administrar aplicaciones modernas
Una nube privada disfruta de los mismos beneficios que una nube pública sin asumir los riesgos de infraestructura de una arquitectura pública. Pero los desarrolladores y el personal de operaciones deben construir y administrar su infraestructura de aplicaciones.
Las aplicaciones tradicionales crean grandes bloques de código monolítico que son difíciles de administrar. La nube presenta un diseño de software moderno basado en contenedores y microservicios. Los contenedores y los microservicios dividen este código en pequeños fragmentos que se organizan en tiempo de ejecución.
En la práctica, las empresas necesitan nuevas herramientas para crear y gestionar este entorno.
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El poder de Kubernetes
Kubernetes es una solución de orquestación que simplifica la implementación y la gestión de contenedores y microservicios. La arquitectura de código abierto separa las dependencias de las aplicaciones al abstraer la infraestructura informática de la pila de aplicaciones. Estos recursos permiten a las empresas:
- Asignar dinámicamente recursos, como almacenamiento, cómputo y redes, a una aplicación;
- Mover aplicaciones y herramientas de infraestructura con más libertad;
- Cree aplicaciones a través de interfaces de programación de aplicaciones (API) que no necesitan interferir con su infraestructura;
- Aprovechar la automatización encontrada con herramientas de gestión modernas;
- Evite el uso manual de datos para realizar tareas rutinarias, como conectar una aplicación a la red corporativa.
El uso de Kubernetes como parte de su estrategia de nube híbrida hace que todo el proceso sea mucho más simple.
Puede ser difícil mover datos y aplicaciones entre diferentes tipos de nubes y servicios de proveedores. Ahí es donde entra Kubernetes.
Kubernetes se creó teniendo en cuenta una variedad de cargas de trabajo y tipos de aplicaciones. Está diseñado para ayudar a las organizaciones a migrar aplicaciones a través de diferentes infraestructuras.
Cuando se usa junto con una infraestructura de nube híbrida, Kubernetes puede ser inmensamente efectivo para resolver el problema de regular la transferencia global de datos.
Debido a la portabilidad y la agilidad, el almacenamiento mejorado y las aplicaciones listas para fabricar, las organizaciones recurren a las aplicaciones de próxima generación en una arquitectura de nube híbrida.
Además, puede aprovechar al máximo la contenerización al optar por herramientas de orquestación como la solución Red Hat OpenShift. Su naturaleza innovadora se conecta a la perfección con las tecnologías DevOps convencionales. Como resultado, las organizaciones pueden acelerar el tiempo de comercialización, simplificando las tareas repetitivas y reduciendo los costos.
De esta forma, los contenedores se pueden replicar y ejecutar en clústeres a través de Kubernetes. La escalabilidad es la ventaja más importante, ya que los clústeres se pueden ampliar o reducir fácilmente. Por lo tanto, los requisitos de carga de trabajo se cumplen de manera más eficiente en entornos de nube pública y privada.
La implementación cruzada de contenedores y Kubernetes permite ventajas como la implementación de software para pruebas, la conversión de grandes aplicaciones en microservicios, la automatización de la gestión de imágenes y mucho más
Estos beneficios muestran que la conexión entre Kubernetes y los entornos de nube híbrida es fuerte y mutuamente beneficiosa.
Kubernetes brinda a las empresas potenciales una visión del futuro y una ventaja competitiva.
Kubernetes ya se ha consolidado en el mercado y cada año son más las organizaciones que lo integran. En el futuro, Kubernetes se convertirá en el estándar para la arquitectura de nube híbrida que puede administrar contenedores, máquinas virtuales, cargas de trabajo tradicionales y soluciones innovadoras para el mercado.
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